Este es un gran ejercicio para todos aquellos líderes del Salario Emocional que están buscando mejorar para apoyar a sus equipos de colaboradores.
Nuestro cerebro tiene la maravillosa habilidad de regenerarse y reconstruirse constantemente, ¡así es!, contrario a lo que se creía hasta hace apenas unos años, el cerebro si puede regenerarse a cualquier edad, este proceso es en parte conocido como neuro-plasticidad y con este concepto llega la posibilidad de re-educarnos a cualquier edad para lograr lo que deseamos.
Vivir más feliz, ser más optimista, disfrutar más de la vida, todo eso es posible si seguimos algunos sencillos pasos que nos ayudarán a “re-cablear” nuestro cerebro permitiendo la generación de nuevas conexiones (conocidas como sinapsis) que permiten nuevos estados de ánimo y potencialmente de salud.
¿Usted cree que todo está mal?, Esa creencia, aunque no sea cierta para los demás, es cierta para usted y su cerebro actuará en consecuencia generando un estilo de pensamiento que tiende a buscar y encontrar aquello que compruebe su creencia. (En este caso, todo aquello que compruebe que todo está mal)
Una vez que su cerebro encuentra una señal que compruebe su creencia, generará una confirmación de esa creencia convirtiéndola en un nuevo reforzador que generará a su vez un estado de ánimo (en este caso, potencialmente un estado de ánimo triste o desconfiado) y ese estado de ánimo genera un comportamiento que a su vez genera un resultado; es decir, en realidad nuestras creencias y pensamientos tienen un alto impacto en nuestros resultados.
¿Desea cambiar sus resultados?, podría comenzar por probar cambiando su creencia y para ello existen diversos ejercicios, entre ellos uno de mis favoritos, llamado “Mi botella del Agradecimiento”
En una botella cualquiera, yo utilizo una de cristal transparente, voy colocando una pequeña nota con algo que me haya hecho feliz, algo que tenga que agradecer o algo lindo que me haya sucedido y la coloco dentro de la botella.
Esa botella la abro en un día especial, ya sea mi cumpleaños o bien en épocas navideñas para recordar aquellos momentos que durante ese tiempo me han hecho feliz y por las cuales estoy agradecido.
Nota: También puedo sacar una nota al azar cuando me sienta triste o sienta que no estoy teniendo un buen día.
Este sencillo ejercicio te permitirá re-educar a tu cerebro para que se enfoque más en lo positivo, que construya una nueva creencia donde es posible que haya cosas mejores, cosas buenas, cosas que agradecer, un mundo donde no todo está mal.
Este ejercicio funge como piedra angular de una nueva creencia: “Hay cosas buenas que agradecer”, misma creencia que nos llevará a tener un estilo de pensamiento más positivo, que llevará a un estado de ánimo y un comportamiento donde las posibilidades existen y pronto nuestro cerebro comenzará a encontrarlas a nuestro alrededor, impactando positivamente los resultados en nuestro diario vivir.
Te invito a que realices este ejercicio y que me compartas tus comentarios en este mismo post y porque no, compárteme una foto de tu botella del agradecimiento.